Necesitas un cuchillo bien afilado o mondador -un cuchillo muy afilado y pequeño que puede ser más fácil de manipular para esta labor-.
Tu tabla para picar debe estar firme y bien limpia. Te aconsejo siempre usar tablas diferentes para verduras y otra específicamente para frutas. De esta forma evitamos contaminaciones y reducimos el riesgo de saborear una naranja con sabor a cebolla.
Quita con el cuchillo la parte de arriba así como la parte de abajo de la naranja -o cítrico de tu elección- para formar dos bases.
Con la naranja apoyada sobre alguna de las dos bases, comienza a pelarla de manera uniforme y lo más limpio posible dejando la menor cantidad de partes blancas.
Una vez pelada, la vas a acostar para poder tener un lado de la naranja libre de manipular. Escoge un gajo para comenzar y -en este paso es de suma importancia tener bien afilado el cuchillo-.
Vas a pasar el cuchillo lo más pegado a la membrana blanca del gajo siguiendo su línea natural. Lo harás de ambos lados del mismo gajo y así obtendrás tu primera suprema.
Al terminar te quedarás con el “esqueleto” de la membrana blanca de la naranja y unas supremas listas para disfrutar.
NOTAS
TIP: no te desesperes si no sale a la primera. Esta técnica requiere de práctica para perfeccionarla, pero cuando lo logres ¡te encantará el resultado!